1 de diciembre de 2009

La Ciudad de Cartago

Según la leyenda, fue la reina Dido, la que huyendo de su Fenicia natal con algunos seguidores, fundó en el golfo de Túnez una ciudad nueva a la que llamó Kart Hadas (Cartago), que significa precisamente eso "ciudad nueva". Pero atendiendo más a las pocas fuentes que nos quedan que a esta hermosísima leyenda, diremos que Cartago surgió como una colonia fenicia más, pues al igual que pasaba en la Grecia clásica, el aumento demográfico impulsó a grandes metropolis como Tiro y Sidón a colonizar otros territorios, solo que mientras los griegos lo hacían en Sicilia y la Magna Grecia, los fenicios se ocuparon del norte del África occidental.



Allí levantaron grandes ciudades que a su vez fundaron nuevas colonias, como Leptis Magna y Utica, pero la que más creció y mayor importancia adquirió fue Cartago, que acabó sometiendo a sus hermanas. Se especula que se erigió a finales de  s.IX a.C.  y que no tardó en obtener la primicia comercial respecto a las demás urbes del Mediterraneo occidental, dada la pericia marinera de los fenicios. Con el aumento de la riqueza , fueron capaces de construir una ciudad enorme para la época, que llegó a albergar a medio millón de personas y rodeada por fértiles campos, desarrolló una economía agraria esplendida, sustentada por pobres esclavos negros del interior que habían sido sometidos por las armas de la nueva y orgullosa ciudad que pronto superó en poder, prestigio y gloria a su madre patria.

Oficialmente eran una república, con un senado muy parecido al romano, compuesto por una oligarquía mercantil y asistidos por una casta sacerdotal que practicaba sin tacañería los sacrificios humanos, ofrecidos a los antiguos dioses que se habían traído consigo en su periplo.

Sus marineros exploraron todas las aguas de mediterrandeo, rebasaron las columnas de Hércules (Gibraltar) y descendieron por el inexplorado Atlántico, reportando sus informes a los dirigentes, que enviaban tropas a conquistar los enclaves que les convenían. Estas tropas eran mercenarias, pues a pesar la de importancia de Cartago, nunca constituyeron un ejército nacional, pues eran un pueblo de comerciantes no de guerreros (pese a lo cual algunos de los mejores generales de la historia fueron cartagineses), lo que supondría una desventaja fatal en su futura guerra con Roma.

Hacia el s.III a.C. su imperio comprendía toda tunicia , numidia y el magreb , a parte de varias plazas en la península ibérica y la mitad de Sicilia. Eran una potencia económica y militar de la época, que en siempre pugna con los griegos se repartían el mar. Según los viajeros, la ciudad , en cuanto a su disposición arquitectónica podía compararse con la Atenas de Pericles. Debió de ser incleiblemente hermosa y poseía el mayor puerto del mundo con cabida para cientos de naves y un recinto doblemente amurallado, con templos, ministerios y guarnición propia, capaz de albergar a 20.000 hombres más bestias de carga. También poseía una flota de guerra sin parangón , pues si en tierra dependía de los mercenarios, en el mar era invencible.

Esta era más o menos la situación del Imperio cartaginés antes de sus guerras con los romanos :


Derrotada y humillada por estos en 202 a.C. Tuvo que pagar una indemnización de guerra de toneladas de oro y renunciar para siempre a su imperio comercial y a su flota. Fue su sentencia de muerte. Cincuenta años después y parcialmente recuperada comenzó un timido emergimiento que fue rápidamente erradicado por una Roma temerosa de ver resurgir una nueva Cartago, y en 149 a.C. envió a destruir la ciudad, diez legiones al mando de Escipión Emiliano. Este sitió la ciudad por tierra y mar durante 3 años (en esta batalla participó un joven Tiberio Graco). Fue un asedio brutal, y cuando los romanos por fin la consiguieron tomar, la destruyeron hasta los cimientos y construyeron otra ciudad encima para borrar cualquier vestigio de quienes estuvieron a punto de cambiar el curso de la historia de occidente.

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